Mejora de la empleabilidad y grado de satisfacción de estudiantes y titulados en los programas de prácticas en el entorno rural

La Universidad de Zaragoza fue la primera en España en lanzar un programa de prácticas universitarias en el entorno rural. Al pionero Programa Desafío en la provincia de Zaragoza se añadirían después otros como Arraigo Zaragoza, Desafío y Arraigo Huesca, Desafío y Arraigo Teruel, UNITA Mobility, PaleoLocal y Campus Rural.

Lo anterior da cuenta de la dilatada experiencia que UNIZAR posee en desarrollar programas de prácticas que consiguen un doble objetivo: por un lado, permiten a nuestro estudiantado universitario de últimos cursos y personas recién tituladas adquirir valiosas competencias profesionales que aumentan su empleabilidad y facilitan su inserción laboral, mientras que, por otro, contribuyen a una mayor vertebración del territorio. Con los programas se consigue que el capital humano llegue allí donde se precisa –permitiendo que el conocimiento egresado de nuestra universidad permee hacia todo el territorio, sin circunscribirlo únicamente a los grandes núcleos urbanos– favoreciendo así un desarrollo integral más equilibrado.

El actual proyecto pretende conocer en qué medida este tipo de programas contribuye realmente a mejorar las competencias transversales y profesionales del estudiantado y titulados que los realizan, y si esta experiencia les resulta de interés para su futuro profesional. Por la parte de las entidades receptoras de las prácticas, el proyecto pretende también descubrir en qué medida nuestro capital humano, formado en la Universidad de Zaragoza, responde a las expectativas profesionales que estas precisan, pudiendo en su caso identificar posibles vías de mejora. 

Como principales aportaciones del proyecto puede destacarse el hecho de que no solo se posibilita la mejora competencial al estudiantado universitario, sino también se incluye a las personas recién tituladas. Además, el punto de vista de las entidades de acogida, futuras posibles empleadoras, se tiene también en cuenta: tanto en cuanto a las competencias concretas que buscan a priori en los participantes como respecto a las posibles mejoras conseguidas por ellos gracias al programa. Por último, estas prácticas se realizan en pequeñas localidades del entorno rural, en contraste con la mayoría de las prácticas que se realizan en núcleos urbanos, lo que contribuye a aportar a los participantes una visión más amplia y completa de las posibilidades laborales y personales que ofrece el territorio –en su integridad.