"Cuéntame un cuento: El Storytelling como herramienta activa en la enseñanza universitaria"

El uso excesivo de las pantallas en los jóvenes interfiere en sus habilidades comunicativas -tanto orales como escritas-, lo que genera que cada vez les cueste más explicar adecuadamente lo que quieren expresar, en todas las edades y en todas las etapas educativas. Además, muchos de estos jóvenes carecen del hábito de lectura, lo que también empobrece su capacidad de expresión y comprensión. En el ámbito de la educación superior esta situación se produce de manera frecuente y muchos alumnos no tienen la soltura y habilidad requerida para superar con éxito las evaluaciones. Es por ello necesario que se realicen prácticas en las que tengan que desarrollar tanto dichas habilidades comunicativas (oral y escrita), como otras no adquiridas, en su plenitud, en etapas anteriores, como es el trabajo cooperativo o el pensamiento crítico -necesario para la selección de la información- así como estructuración de la misma. En titulaciones como los grados de magisterio, estas competencias transversales son esenciales, no solo para su estudio, sino para su labor profesionales, puesto que van a tener que enseñarlas a sus discentes. Ante esa necesidad detectada se considera necesario aplicar metodologías en las que los alumnos, de manera práctica y motivadora, desarrollen estas competencias. El storytelling (contar historias) se considera una metodología activa idónea para subsanar estas carencias. A través de las historias organizamos y comprendemos, de manera estructurada, lo que nos rodea, de manera que damos sentido a la vida y a nuestro entorno (Kermode, 2000, citado en Atarrama-Rojas et al., 2022). Esta técnica o metodología se utiliza en distintos entornos como la publicidad o el marketing, así como en el de la educación para transmitir mensajes o lecciones de una manera más cercana y directa al público objetivo. El storytelling permite transmitir ideas de forma emocionalmente significativa, favoreciendo la retención de conocimientos y la implicación del alumnado, el interés y el aprendizaje significativo de los estudiantes (Benavides & Mendoza, 2020; Salmon, 2010). En el ámbito de la educación (en este caso como metodología activa que se aplica en el proceso de enseñanza-aprendizaje) es una técnica muy utilizada, puesto que mejora la comprensión de los niños, fomenta la escucha, estimula y mejora aprendizaje de la comunicación y el lenguaje (competencias lingüísticas) -facilitando la interacción y la reflexión-, mejora la capacidad de análisis y síntesis, desarrolla la imaginación y la creatividad, genera y aumenta la motivación y aumenta el vocabulario, entre otros. Por ello, es esencial que el alumnado de los grados de educación conozca y practique el storytelling, tanto para su propio estudio y aprendizaje, como para para poderlo llevar a cabo con sus futuros discentes. Esta metodología activa comienza generando un vínculo emocional con la historia y culmina en la producción de narraciones propias que aplican los conocimientos adquiridos. Este enfoque ofrece múltiples beneficios: facilita la comprensión de conceptos complejos mediante metáforas o ejemplos; fomenta la empatía al permitir la identificación con los personajes y situaciones; estimula la reflexión crítica desde diferentes perspectivas, y promueve la creatividad mediante la elaboración de soluciones narrativas originales (Sánchez Rivas et al., 2024).