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La docencia en Historia con perspectiva de género: agencia, experiencia e identidad femenina en la Edad Media



Programa: PIIDUZ (Programa de Incentivación de la Innovación Docente en la Universidad de Zaragoza)
Línea: PIIDUZ_1 Emergentes
Convocatoria: 2022
ID del proyecto: 469
Centro: Facultad de Filosofía y Letras
Estudio: Historia
Unidad de planificación: 205 (Departamento de Historia)
Coordinador: Concepción Villanueva Morte

Descripción

Tras un primer proyecto dedicado a las mujeres medievales en la intrahistoria, en esta segunda edición optamos por prestar atención a tres conceptos que resultan básicos e ineludibles a la hora de abordar la docencia en Historia en clave de perspectiva de género. ‘Agencia’, ‘experiencia’ e ‘identidad’ constituyen así unas categorías de análisis que revierten en la significación y comprensión del universo femenino de cualquier época, pero que cobran especial protagonismo en la Edad Media, periodo en el que el triunfo de la mujer llega a través del poder político-religioso de reinas, infantas y abadesas, de su vigor como señora o dama en el amor cortés o de las excepcionales intelectuales que surgieron.

Si hay una etapa histórica que destaca por haber sido constantemente mitificada, paradójica y reducida a un espacio más propio de lo fantástico que de lo real, esa es la Edad Media. De ahí que incluso en la actualidad algunos medios de comunicación se encarguen de difundir y repetir erróneamente que en esta etapa la condición femenina estaba más postergada que en ningún otro momento histórico. Esta mala fama de la que a priori goza lo medieval alcanza el periodismo, la política y llega hasta todos los rincones de la cultura popular. Sin embargo, el Medievo supone la primera época de la historia en la que la mujer alcanza una emancipación social y cultural sobreponiéndose a la exclusión que padeció durante la Antigüedad clásica donde no disponía de derechos personales de prácticamente ningún tipo. Por eso desde la academia proponemos desmentir estereotipos basados en la difusión de una cultura dominante discriminatoria y sobre todo enseñar a contrastar informaciones infundadas para evitar la perpetuación de una imagen andocentrista y masculinizada de la historia.